Para describir nuestra forma de ver las cosas, como consecuencia de la visión parcial y relativa que rige nuestras opiniones, sin poder encontrar profundamente la Verdad, inalcanzable por nuestra limitada conciencia de seres encarnados , pero no condicionada por ello,les reproduciré una anécdota del Budha , en la cual , Éste, el Gran Maestro demuestra como todos nosotros tenemos una visión parcial de la Verdad y de las Cosas.
Dice la parábola , citada por el gran teosofo español Dr Mario Roso de Luna en su libro Simbología Arcaica:
En aquella tarde, el Tres veces sabio y poderoso Tattágata, el bienaventurado Budha, el Maestro de Maestros, dibujo con su divino dedo algo redondo(una circunferencia) sobre la arena sagrada del Ganges y preguntó a sus discipulos, que había dibujado el Budha. Para uno era el cero aritmético, para otro el círculo geométrico y para los demás la letra O filológica. ls órbita astronómica de un planeta o satélite, la órbita quimica de un electrón en torno de su ion central y también el simbolo del oxigeno, la figura exacta de la célula biológica, del germen o semilla vegetal, de la sección, del vaso, tallo, gota, etc; otro dijo el simbolo filosófico de la Nada, de la que todo emana y a la que todo vuelve en ciclos sin fin..
Tan pronto como cada uno de sus discipulos había definido el simbolo que habia dibujado el Budha en la arena, el Bienaventurado dijo he dibujo un circulo, el resto lo ha puesto vuestra imaginación.
Y a continuación contó que cierto día, cuatro ciegos amigos fueron a ver un elefante- los cuatro amigos es la cuaternidad , fisico, vitalidad, emoción y mente concreta- para formarse una idea acerca del Rey de la Selva. Sucesivamente le fueron palpando. Pero acaeció que obraron harto ligero, como siempre ocurre entre los hombres, porque uno, con sus brazos abiertos, le abarcó la panza; otro le abrazó una de las patas traseras; otro le palpó la trompa y el otro se limitió a percibir junto a su rostro la sacudida de las orejas. Este último, sin pararse salió corriente gritando:
-¡El elefante es como un gran abanico, que echa aire!!
-No es sino una grande y flexible serpiente!! opuso el que le habia tocado la trompa.
-¡ Mas bien se parece a una firme columna¡¡ exclamó quien le había abarcado la pata trasera.
-O, mejor, una gran tinaja!!, terminó diciendo el cuarto ciego , aquel que con sus brazos no alcanzó a abarcarle la panza.
Los ciegos se separaron casi riñendo, porque a su ceguera material, que era bien triste, añadian esa otra ceguera peor ,que nace de las pasiones exclusivistas, hijas de una manera de ver el mundo, que es ciega, sorda y necia
En verdad, en verdad os digo- termino el Maestro- que todo cuanto han descripto del símbolo es una forma parcial de verlo, pero el simbolo es infinito y no se agotará jamás, como no se agota el agua de los Océanos.
El rostro del Maestro, al decir esto se transfiguró, brillando más que el Sol.
Los discípulos deslumbrados por aquella trascendente Luz, no vieron ya más con los ojos materiales de las diversas ciencia, sino con el Ojo Uno de la Intuición o Dharma, de ese Amor Sabiduría que , por derivar del bienaventurado Tattágata, en teosofia se conoce como el Ojo de Budhi, Y en teosofia se nos enseñan que debemos desarrollar la Intuición para ver holisticamente todas las cosas. El mundo esta dividido , solo por parciales visiones de la realidad. Debemos trascender la dualidad para vivir intuitivamente la Unidad, que es decir, como lo dice el Mantran Om Mani Padme Hun, yo estoy en ti, tu estas en mi.