Esta es la última nota de la serie que titule: EL SIGILO DE LOS INICIADOS. Esta y otras apasionantes enseñanzas sobre la doctrina esotérica las profundizaré en el espacio en que he titulado ESCUELA TEOSOFICA DIGITAL que estará en la red en el trascurso del próximo mes de abril, para lo cual, a todos los interesados en realizar estos cursos los tendré informado de la fecha de lanzamiento , condiciones y participación en las clases , cuya metodología informaré en los primeros días de abril.
Varios pensadores han escrito o hablado sobre los misterios y han mostrado su reverencia hacia los Iniciados. Así por ejemplo Voltaire decia lo siguiente sobre los misterios:entre el cáos de supersticiones populares, existía una institución que siempre evitó la caída del hombre en la absoluta brutalidad. Esa Institución fue la de los Misterios.
Por su parte, Cicerón, filósofo y orador romano, hablando sobre los misterios decía un Iniciado debe practicar cuantas virtudes le sean posible , tales como la justicia, fidelidad, liberalidad , modestia y esperanza. Esas virtudes ponen en olvido los talentos que le faltan a un hombre.
En el libro Fedro, Platón pone en boca de Sócrates estas palabras los Iniciados están seguros de ser partícipes de la compañía de los Dioses.
Y en otro pasaje de la misma obra dice es evidente que los fundadores de los Misterios, o secretas asambleas de Iniciados, no eran simples mortales. sino potentes genios que desde los primitivos tiempos procuraron darnos a entender por medio de aquellos enigmas que quien llegue impuro a las regiones invisibles,serán precipitados en los abismos, mientras que el que las alcance ya purificado de las manchas de este mundo y experto en las virtudes, será recibido en la morada de los Dioses.
Segun Teón de Esmirna ( fue un matemático y filósofo griego) en todos los misterios el estudiante adquiere la prueba de la inmortalidad de su espíritu y dela supervivencia de su alma. Es decir, que gozaban de la Teofania, la visión de Dioses y de Espíritus inmortales. La revelación final consistía en contemplar a los Dioses revestidos de esplendente luz.
Proclo (filósofo neoplatonico griego de la escuela griega donde también dictaba clases Plutarco) Decía Proclo dondequiera que haya un número está la belleza y otro pensamiento:la alma grandes se Inician así mismas. En relación a nuestro tema Proclo dice que en todas las Iniciaciones y misterios, se aparecían los Dioses en diversas formas. Unas veces se ofrece a la vista del neofito una informe luz de ellos, otras la luz toma formas humanas y otras aparece en distintas modalidades. Los Iniciados se ponían en íntima comunicación con los dioses porque eran puros e inmaculados, libres de estas circunstancial vestimenta a la que llamamos cuerpo y al que estamos apegados como la ostra a su concha.
Todo adepto , es hijo de Dios e hijo de la Luz después de recibir la palabra y los siete divinos atributos de la Lira de Apolo.
Los Iniciados ven el futuro como si estuvieran viendo una fotografía. Tal el caso de Apolonio de Tyana (filósofo mistico, matemático, nacido en Grecia y seguidor de Pitágoras), quien dijo puedo ver el presente y el porvenir como en claro espejo.
Hoy, los Misterios y los Iniciados están refugiados en las altas montañas. No fueron ellos los que se alejaron, sino que con la pérdida de nuestra inocencia se ha interrumpido la comunicación con los hombres.Nosotros estamos preocupados en sobrevivir materialmente que vivir intensamente la espiritualidad. Pero, como decía San Pedro en la segunda epístola: en los últimos tiempos vendrán a socorrernos.
Tengamos fe en ellos, pues los Iniciados y Maestros de Luz, están entre nosotros aunque no los veamos. Como son respetuosos de nuestros libre albedrío, dejan que hagamos la experiencia con el dolor en su trína manifestacion: física, emocional y mental, que por momento se hace insoportable para esta humanidad niña.
Pidamos en silencio y con inmensa devoción el retorno de los Misterios y de los Iniciados para que vuelvan a enseñar la inmortalidad del espíritu y la supervivencia del alma para que los volvamos a contemplar revestidos de la esplendente luz de la sabiduría.