REFLEXION TEOSOFICA JUNTO A DUANE ELGI

REFLEXION TEOSOFICA JUNTO A DUANE ELGI

 

 

 

 

La esencia de la sabiduría consiste en  actuar en armonía con el Tao o ritmo natural del universo. Smith caracteriza la cualidad básica de la vida afinada con el universo como “ quietud creativa”, un proceso que combina en el mismo individuo dos condiciones aparentemente incompatibles: “ actividad Suprema” y “ relajación suprema”

La quietud creativa es la acción suprema, la preciosa flexibilidad, simplicidad y libertad que fluye de nosotros, cuando nuestro ego particular y nuestros esfuerzos conscientes se someten a un poder que nos es de ellos. Otras formas de vida actúan así espontánea e inconscientemente . Pero a la humanidad le cabe un papel especial como particularmente cognocente en el proceso evolutivo. La humanidad carga con la tremenda responsabilidad de actuar  de manera que no trastorne el equilibrio fluyente del universo.

Adam Smith postulaba el TAO de los procesos socioeconómicos y decía: “ todo individuo procura emplear su capital de manera que su producto sea del mayor valor. Generalmente no intenta promover el interés público ni sabe hasta qué punto lo está promoviendo. Sólo tiende a su propia seguridad, únicamente a su propia ganancia . Y en esto es llevado por una mano invisible a promover un fin que no era parte de su intención. Al perseguir su propio interés es frecuente que promueva el de la sociedad de manera más efectiva que cuando así se propone hacerlo”.

(( O sea que detrás de esta aparente actitud egoísta e individualista se esconde una interrelación social entre la persona y la sociedad))

El principal objetivo del período industrial ha sido el logro de un nivel sin precedente de abundancia material para una mayoría de personas. Las premisas axiológicas de la era industrial y la forma social que respaldan no se adecúan a la realidad física dominante ni a nuestra nueva y creciente apreciación de lo que significa ser humano. El poder de nuestra tecnología, unido a la creencia expresa en nuestro derecho – más aun, en nuestra obligación – de subyugar ñla naturaleza a nuestros propios fines, nos ha permitido llegar, a una meta provisional de nuestra lucha contra la naturaleza. En la pugna contra la naturaleza estamos descubriendo gradualmente que hemos estado luchando contra nosotros mismos. Solo ahora estamos descubriendo que la mente del ser humano no tiene poder suficiente para comprender ni asumir la responsabilidad de lo que ha sido manipulado y destruido. Confundimos nuestro poder sobre la naturaleza, pues es un engaño de no entender que somos parte de la naturaleza  Al haber actuado percatándonos sólo parcialmente de lo que hacíamos, hemos alterado el equilibrio y desgarrado la trama del universo, que ahora empieza a exigir su reparación ecológica. La degradación ambiental, la alienación, la decadencia urbana y la inquietud social reflejan la cortedad de nuestra visión del hombre y del universo.

Nuestro mundo exterior es un espejo de nuestras condiciones internas. La arrogancia de una perspectiva antropocéntrica que pone al Tao del hombre por encima del Tao del Universo nos ha llevado al borde del desastre: a afrontar las posibilidades de un holocausto nuclear, del hambre a escala mundial, de una explosión demográfica que excede nuestros recursos y de la contaminación general del ambiente.

Así  entonces, el ímpetu decadente del paradigma industrial ,las influencias de la ecología natural y política, nos está desviando de la trayectoria social definida por el paradigma industrial, y la fuerza creciente que va cobrando una nueva imagen de la humanidad que estará basada en la simplificación de los aspectos materiales del vida, unida a la exploración de sus aspectos interiores y no materiales. En una palabra el hombre se espiritualizará con lo que iniciará su despegue del mundo de lo terrícola.

La poderosa  maquinaria del adelanto tecnológico y  el crecimiento económico, basado en el impulso, aparentemente incontenible,de nuestra voluntad de poder económico, da la impresión de que se le esta acabando la cuerda

Se supone que nuestro aprendizaje cultural moldea y configura a grandes rasgos la personalidad y el comportamiento y de tal manera nos proporciona un contexto cultural compartido que nos permite existir en nuestra sociedad-.

Sin embargo, parece que el proceso de aculturación estuviera desintegrándose; la rapidez del cambio social, la enormidad y complejidad de nuestras instituciones sociales, la muerte de la familia externa, las altas tasas de movilidad geográfica que aflojan aun más vínculos y lazos que fueron antes seguros, son factores que han contribuido a crear un proceso de aculturación anárquico y confuso. Al organizarnos para la eficiencia económica no nos hemos  dado cuenta de que desorganizábamos nuestros mecanismo de aculturación tradicionales; no es de asombrarse, así pues, que nos encontramos en los tiempos actuales a la deriva y faltos de todo asidero cultural firme.

Nos vemos frente a una impresionante maraña de complejidades en nuestro sistema económico, político y social. Hemos yuxtapuesto sistemas comprensibles.  Nuestra capacidad de crear poderosos supersistemas no nos confiere automáticamente una capacidad equiparable para comprender lo que hemos creado. Por consiguiente, dependemos en medida cada vez mayor  de esos supersistemas pero somos incapaces de entenderlos con lo que nos convertimos en sirvientes de una sociedad tecnológica que habíamos creado para que nos sirva

La gente empieza a cuestionar precisamente aquello que mejor hacemos, es decir, la creación de  niveles de rique4za material para las masas jamás alcanzados. Hemos ampliado una preocupación racional por el bienestar material hasta convertirla en una preocupación obsesiva por niveles irrazonables de consumo material. Estamos poseídos por nuestras posesiones, consumidos por lo mismo que consumimos.

En suma, estamos obligados a replantearnos lo que significa la vida y a dónde  querer ir. Estamos obligados a separar lo trivial de lo importante, lo efímero de lo duradoro y encontrar una imagen alternativa de posibilidad social y humana que cautive a nuestra imaginación colectiva y nos devuelva el sentido de la orientación para seguir avanzando hacia el futuro

Para que se imponga la frugalidad se debe tener en cuenta: la fuerza suficiente para suscitar en la gente la disposición hacia la frugalidad.

Es necesario que sea congruente con los valores tradicionales que respetan las libertades individuales.

Debe ser a la vez idealista ( que ofrezca a modo de orientación una imagen atractiva de la posibilidad futura) y pragmática ( que muestre respeto por los problemas materiales reales con que nos enfrentamos.

“”El hombre- expresó Aurobindo- ocupa la cresta de la ola evolutiva. Con él se da el paso de una evolución inconsciente a una consciente”. O según la frase de Julian Huxley” el hombre debe asumir la posición de una administrador de la evolución  sobre la tierra”

La evolución de nuestra conciencia  no es una preocupación marginal; tiene, más bien, importancia central para que nuestro programa humano pueda ser realizado con éxito.

Dice Krippner y Meacham: “  a lo largo del tiempo, el Universo todo ha venido avanzando hacia una mayor intensidad y amplitud de la conciencia. La evolución es un ascenso hacia la conciencia, “.Escribió Teilhard de Chardin “ ….y el hombre se encuentra ante ese proceso”

Aurobindo expresa: “ una evolución de la conciencia es el motivo central de la existencia terrestre, un cambio de conciencia es el hecho principal de la próxima transformación evolutiva”.

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