LA IMAGINACION DE LA MUJER EMBARAZADA

LA IMAGINACION DE LA MUJER EMBARAZADA

En la nota anterior me referí a los nacimientos prenatales del hombre y cómo en cada etapa de crecimiento, aun en el vientre materno, se resumen experiencias del reino mineral, vegetal y animal ,ya superadas.

En esta oportunidad quiero referirme al poder que ejerce la madre en la conformación del feto y cómo la imaginación de la mujer embarazada puede influir no sólo en la forma del futuro vástago, sino cómo deseos insatisfechos – llamados vulgarmente » antojos»- dejan su impronta en el cuerpo del bebé.

Es reconocido por la patología que la mujer durante el embarazo está muy sensibilizada, con sus facultades mentales y psíquicas disminuídas y con propensión a recibir las influencias externas.

Reichenbach afirma que en tal estado «la mujer es intensamente ódica» y Du Potet aconseja que en esta situación no es conveniente someter a experiencias hipnóticas a la embarazada por cuanto todas las dolencias que padece , ya sean de orden físico, psíquico o mental afectan al feto.

Al respecto sostiene Magendie, en su libro » Compendio de Fisiología Elemental » que » la imaginación de la madre tiene influencia sobre el feto y que el terror súbito puede ocasionar el aborto o retardar el proceso de la gestación »

Las imágenes mentales de la madre, explicaba HP Blavastky, se trasmiten al feto en forma análoga a las impresiones fotográficas producidas por la chispa eléctrica. Para demostrar este pensamiento cita el caso de un niño muerto por el rayo de una tormenta mientras estaba asomado a la ventana de su casa. Al efectuarse la autopsia, vióse que tenía fotografiado en el pecho la exacta imagen de un árbol cercano a la ventana que también fue herido por el rayo de esa tormenta.

Durante el embarazo, la transpiración cutánea difiere de la normal y al ser activa, el fluído magnético sale por los poros de la piel y se trasmuta en electricidad, cuya corriente forma circuito con la electricidad etérea que es la materia plasmante de toda forma e imagen mental.

La corriente magnética de la madre » atrae la electricidad etérea en que se ha plasmado instantáneamente la imagen del objeto que impresionó la mente de la madre y como dicha corriente eléctrica, con la respectiva forma mental, penetra por los poros del cuerpo de la embarazada para cerrar el circuito, resulta afectado el feto , según la misma ley que rige  en  las emociones y sensaciones»

En apoyo a esta tésis puedo citar, entre otras cosas, los estigmas, señales o marcas llamadas vulgarmente » antojos» de la mujer embarazada, que muchos de nosotros hemos tenido oportunidad de ver.

Estos  estigmas no sólo se ven en un niño cuya madre estuvo bajo los efectos de un deseo insatisfecho. También se sabe de personas que momentáneamente registran en su cuerpo marcas como resultado de la imaginación exaltada superlativamente.

Justino Kerner cuenta el caso de una persona que circunstancialmente vio como un soldado cosaco, durante la invasión napoleónica , heria mortalmente a un francés. Al llegar a su casa el espectador de tan terrible escena, observó en su cuerpo la señal de las mismas heridas que el cosaco había inferido al francés.

Desde cualquier punto de vista que examinemos este asunto tendremos que dar la razón a los grandes filósofos de la antiguedad que enseñaban que » la materia era modelada por la ideación o imaginación eterna, que trazó en abstracto el modelo de las formas concretas».

Si el alma humana es verdaderamente una emanación del Alma universal, una partícula infinitesimal del principio «creador», debe estar involucrado, en mayor o menor grado, en los atributos del poder creador de esa Ideación Cósmica.

Así como Fidias plasmó en la arcilla la sublime idea forjada por su facultad creadora, así también la madre ,consciente de su poder ,es capaz de modelar,según su pensamiento y voluntad ,el fruto del amor habitando en su vientre durante una enéada, las nueve creaciones de la que habla la teosofia, sobre las que escribio y enseño un sabio teosofo como fue Plotino, el neoplatónico, discipulo de Amonio Sacas, el Teodidacto.,enseñado por Dios.

La pequeña diferencia es que el artista trabaja con materia inorgánica, mientras,  que la madre puede proyectar la imágen de lo que desea crear. Es decir, que el hijo, además de ser el fruto del amor, es un fruto de un pensamiento y de una voluntad direccionada por filamentos etérico muy ocultos que solo se puede ….comprender en escuelas del conocimiento interno.

Los Maestros Griego, entre ellos los de Eleusis y del Orfismo, aconsejaban que las mujeres embarazadas debían estar rodeadas de obras bellas y armónicas. Sus ojos debían observar actos nobles y altruistas y no participar , durante los nueve meses, en la dura batalla de la vida cotidiana.

Ese ideal griego, es de poca practicidad en el ambiente social que les toca vivir hoy a la mayoría de las mujeres embarazadas.

Pero si tomamos en cuenta el concepto de que la mente , la imaginación, y la memoria, moldea la materia , las embarazadas tienen que vivir durante el sagrado período de gestación, en un ambiente de fraterna compañía o realizar con la tareas doméstica o laborales haciendo trabajos espirituales; recogerse en la soledad de sus viviendas en tareas meditativas y realizar obras de beneficencia y de solidaridad social.

Escuchar música que eleve al espíritu a las esferas celestes.Tener pensamientos buenos, desechar el egoísmo, fortalecer el carácter con la lectura de biografías de hombres ilustres.

Asumir, finalmente ,que dentro del vientre se esta formando, no simplemente un organismo, sino el fruto ,la obra del pensamiento y de la voluntad. Y como somos el resultado de lo que hemos pensado de nosotros mismo, así también el hijo es el resultado de la mente, de la imaginación de la aspiración e ideal de la Madre.

 

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