EL SERMON SOBRE LA INJURIA

EL SERMON SOBRE LA INJURIA

A  la Maestra HP.Blavatsky, le encantaba recordar el  Sermón del Buda sobre la Injuria. Y era lógico que esto aconteciera, porque si hay un ser en la Tierra que recibió terribles injurias,desde los más variados sectores, fue mi amada Maestra HPB. Ella , como una Gran Iniciada en la enseñanza teosofica- el estudio de las causas primeras- solía reírse de los dimes y dirétes de los curas católicos medievales, que la injuriaban por no aceptar un Dios Personal; de los Psicólogos,  que limitaban los conflictos de los humanos a los meros genitales; a los científicos, que decían que sus teorías sobre el universo eran meras supercherías, muchas de ellas hoy confirmada por esa ciencia  que ayer se mofaba y hoy hablan del sonidos de los pensamientos o del concierto de las esferas.En fin, todas injurias, que ellas las asumía, como un estoíco en el sendero y con serena contemplación seguía en compañía de los pensamientos de la Mente Cósmica.

Cuando los discípulos, entre ellos Bessat, le indicaban  qué había que hacer algo frente a tantas injusticias, ella recordaba permanentemente que hay que  refugiarse en el sermón del Buda sobre la Injuria. Solía decir, si un Avatara, un ser de Luz ,es capaz de esa Serenidad, debemos imitar su conducta .

Leamos lo que decía el Buda sobre la Injuría.

El Bhagavad estudiaba las costumbres de la sociedad y observó que muchos males eran producto de la maldad y de la tontería ofensiva ,que  se cometían con el sólo fin de satisfacer la vanidad y el orgullo egoísta.

El Buda dijo: » si un necio me hiciese daño  le daría la protección de mi amor cordial, dado de verdad. Cuanto más mal me proporcione, más bien haré por él. El perfume de la bondad estará siempre conmigo.

El necio, sabiendo que el Buda observa el principio del Gran Amor y que manda a devolver bien por mal, fue hasta él y le injurió.

El Buda quedó en silencio, lleno de piedad por la locura del necio.

Y cuando el hombre cesó sus injurias el Buda le interrogó:

– Hijo mio, si uno rehúsa aceptar  el presente que el otro le hace ¿ a quién pertenece ese don?

-El necio le respondió: en ese caso, el presente pertenecerá al que lo ha ofrecido.

-Hijo mio dijo el Buda, tú me has injuriado, pero yo he rehusado aceptar tus injurias y te pido que las guardes para tí. Esto, para tí ¿ no será una fuente de mal ?.  Así como el eco pertenece al sonido y la sombra al cuerpo, del mismo modo el mal consumirá seguramente al autor del mal.

El necio  no respondió

Y el Buda añadió: El malvado que menosprecia a un hombre virtuoso, asemejase al que levanta la cabeza y escupe al cielo. Su saliva no mancha al cielo, sino que cae y mancha a su propia persona.

El  calumniador  aseméjase al que es contrario al viento y arroja polvo a otro. El polvo vuelve sobre  quién lo lanza. El hombre virtuoso no puede ser herido y el mal que otro quiera hacerle recae sobre su autor.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *