En mi nota sobre las siete razas ,según la teosofía, escribí sobre la primera de las razas, llamada, en Doctrina Secreta » Chayas»  y entre los griegos, léase Platón y Hesíodo ,» razas aladas».  Continuando con uno de los temas de la Antropogénesis, que mis lectores pueden consultar leyendo el tomo 3 de Doctrina Secreta de HPB,  es la historia y desarrollo de la monada ( la individualidad espiritual) en el el plano étnico y también como conciencia individualizada en el plano físico o denso, como gustan definirlo algunos teosofos.

Explico este concepto: la mónada , para la teosofía es el Espíritu universal,  eterno e inmovil. Ese Espiritu, tiene «tal grado » de Energía, para nosotros inmedible ,que  se irradia, se proyecta. Nosotros y todo lo manifiesto en cualquier escala , somos una irradiación o proyección de ese Espíritu Uno.

Por ello, para la teosofía todo lo manifiesto en cualquier escala, sea esta física, energética, emocional, mental o espiritual,es irradiación del Espíritu  Uno.Somo, hermanos del mundo mineral, vegetal, animal, humano, angélico y cósmico en general. No hay diferencias. Éstas se dan en los grados de conciencia con los cuales analizamos una realidad relativa. Realidad relativa porque nuestro grado de comprensión está limitada por la experiencia que debemos vivir. En Oriente le llaman Karma: nuestro campo de conciencia está limitado por el karma, por la ley de compensación. Esto no debe ser interpretado como «determinismo», sino como » compensación» , como » resultado» de una acción; por aquello de : » la naturaleza no acepta el vacío»..Este » concepto», es muy importante reflexionarlo, pues los Maestros dicen, »  si superas un defecto, un vicio,etc, debes llenarlo con una virtud,pues dejas un agujero que puede ser ocupado por algo más superior al defecto que tenías». Por ejemplo: si soy vanidoso, y logro superarlo, lo tengo que reemplaza por la generosidad, la humildad,el altruismo. Nunca decir he superado la vanidad, pues ésta puede transformarse en pervesidad, autoritarismo, maldad.

En esta espiral «evolutiva», hemos sido un mineral, un vegetal, un animal y hoy estamos transitando la condición humana. Así como en cada uno de los tres reinos  hay especies, entre nosotros ocurre otro tanto; por ello tendríamos que observar que hay especies entre los humanos. Hay especies que se relacionan con el mineral,otras con el vegetal, y las más numerosas con el animal.

En el comienzo de esta «cadena» luego de  lo que la Doctrina llama Chayas, aparece una segunda raza llamada por la enseñanza Hiperboreos , relacionada con el reino vegetal. Si nuestros lectores observan cada uno de nuestros sistemas orgánicos tienen forma arbórea.El famoso Árbol de la Vida.

En esta raza, la de los hiperboreos, se modifican los cuerpos al unísono con  las modificaciones geológicas del planeta y estos seres desarrollan el sentido  que luego sería el, Oido, empezando a interpretar los sonidos de la naturaleza. Allí empezaría a ejercitarse el lenguaje onomatopeyico.

Estos seres, insisto, nosotros mismos, se reprodujeron por medio de Esporas , o sea que sus cuerpos exudaban cierta materia que luego de ser vitalizada por el Sol y la Luna se transformaba en esas formas prehumanas. Por ello se los llama, en los Libros Sagrados de Oriente » Los Hijos del Sudor». Gradualmente, ese sudor se fue perfeccionando hasta asemejarse a verdaderos huevos.

Hay algunas cavernas, especialmente en el sur argentino,(¿¿por ello HPB viajo a la Patagonia lo mismo que Darwin???) donde , se dice, existen huevos conteniendo vida de lo que luego sería un ser. Si esto, se descubre, y creo que será en la próxima deshielización de la zona, tendrá que cambiar el relato histórico, que solo data de unos pocos siglos, sobre el origen del hombre.

En nuestra próxima nota y siguiendo el desarrollo de las razas, escribiremos sobre los LEMURES, esos gigantes sobre los que habla la tradición, la historia y los mitos. Para la teosofía, es la tercera raza, en la que se separan los sexos y se inicia el circuito mental. Estos Lemures están relacionados con lo que actualmente son nuestros animales.