CUMPLIR CON LOS PROPIOS DEBERES

CUMPLIR CON LOS PROPIOS DEBERES

Hoy, releyendo los libros sagrados de Oriente, me encontré con un relato que quiero compartir con todos ustedes.

Se cuenta que un poderoso rey, luchando por la justicia y la barbarie, cruzó el Asia sobre charcos de sangre. Uno a uno, sus hijos y discípulos, guerreros famosos, cayeron en defensa de los débiles y aún las mujeres que les acompañaban dieron sus vidas por los pequeños hijos de otras mujeres humildes.

Cuando  a su espalda quedó la guerra y a su frente tan solo  la menguada victoria, preso de la soledad y el dolor por haber tenido que ser herramienta en manos del Destino Humano, notó que su fiel perro, cuyos ladridos y mordiscos tanto le ayudaron en las batallas, se hallaba casi desfalleciente de cansancio a su lado. El Buen Rey, abrazando al animal encomendó sus hazañas al Rey del Cielo. Fue entonces que un carro celeste descendió a su lado y el Jefe de los Ángeles le invitó a subir a él y abandonar para siempre este Planeta, sumiéndose en Nirvánica Paz. El Rey tomó en brazos a su perro y cuando se aprestaba a obedecer, el Resplandeciente le prohibió ser acompañado por la bestia.
¿ Si él me acompañó en las luchas de la Tierra, porque he de abandonarlo al penetrar en el Cielo?
Ante esta pregunta del Soberano el carro divino y su auriga desaparecieron. Se presentó entonces el más pavoroso de los Diones Menores, quien aduciendo cumplir órdenes de Vishnu ( el Verbo) le ordenó imperativamente que abandonase el can de inmediato y ascendiese a su lugar en el Cielo.
-Si el Cielo está constituido de tal manera que el bien, por reflejarse en esta humilde criatura, pasa desapercibido, yo reniego del Cielo y afirmo que Quien lo rige no merece hacerlo y yo, por mi parte me revelo contra El y me niego a abandonar la Tierra,
Apenas el Noble Monarca declarase ésto tan enérgicamente, los Dioses y los Genios se esfumaron entre terrible truenos y cuando buscó a su perro para estrecharlo y evitar su temor, encontró en su lugar a Visvakarma ( Dios del Destino, del Karma) quien montado en un carro de Brahma le estaba esperando. El era el perro y caracterizado como tal había probado al Sabio Guerrero como última condición para sumirse en el Nirvana.
Reflexionemos ahora sobre la verdad y decir que el cumplir con los propios deberes de manera recta y bondadosa, es superior a las glorias conferidas por las circunstancias externas. Esa es la Real y única LIBERTAD.

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