A usted, tal vez le ha ocurrido de ver a una persona y parecer conocida, aunque nunca la haya visto antes , o mirar un paisaje y tener la sensación que le es familiar, aunque nunca haya estado allí, o un lugar o frase de un libro que le parece haberla frecuentado en alguna oportunidad. Si a usted no le ha ocurrido, posiblemente sepa de personas que han tenido esta experiencia.Sabe por qué ocurre esto??. Porque el cerebro es un registrador extraordinario. Ninguna invención hecha por el hombre es superior a este órgano creado por la naturaleza. Hay cifras estadísticas de las innumerables impresiones que a cada segundo recibe el cerebro. No nos damos cuenta que en el cerebro se produce ese registro porque la mayoría de ellos suceden fuera del control de nuestra propia conciencia.
Luego de este proceso de impresiones mentales, que la filosofía vedanta llama «vridis», en el cerebro se produce otro momento, que la teosofia llama «evocación»:recordar esos registros. El número de imágenes registradas , que pueden ser evocadas concientemente, son comparativamente pequeñas. Debido a alguna razón recordamos solamente ciertas cosas. Quizás porque esas particulares impresiones provocan en nosotros algún tipo de sensación o de excitación que no queremos evocarlas.
Se dice, que cuando una persona es llevada al estado hipnótico puede recordar una cantidad de impresiones que en estado de vigilia no recordaría. Quiere decir que esas impresiones cerebrales , que son más profundas y no que podemos evocar concientemente, se recuerdan en un estado hipnótico o cuando un hecho que le conmociona hace evocar aquello que está guardado en el inconsciente.
Veamos un ejemplo. No hace mucho, una señora relataba por radio que había recordado un accidente de tránsito en el cual ella había sido protagonista. Decía esta señora que mientras conducía su automóvil fue chocada por otro que le rompió todos los vidrios del vehículo. Ella se desmayó sin sufrir heridas de mayor consideración. Paso el tiempo ,y estando en su hogar, explotó una bombita de luz y el ruido de los vidrios rotos la vinculó con el accidente automovilistico ya olvidado pero que en ese momento le produjo miedo.
También se ha comprobado que las personas, bajo un fuerte estado de stress recuerdan cosas que tampoco sabían que estaban en su memoria. Hay testimonios de este tipo extraídos de varia fuentes. Un hombre que se está ahogando, cuando se siente morir, ve surgir en su mente los recuerdos de su niñez o pasajes de su vida que él no registra como vividos. Por otra parte hay muchos ejemplos sobre recuerdos de personas, cosas, lugares o paisajes nunca ( supuestamente) vistos, pero que parece que alguna vez los frecuento.
Para explicar estos fenómenos, la teosofía explica la teoría de la reminiscencia, o reencarnación .La reminiscencia es el recuerdo ancestral; la memoria es el registro del cuerpo. La reminiscencia es del Alma.
Tantos pensadores, como filósofos, entre ellos Platón, dice que en el hombre existe un registrador permanente que no muere con el cuerpo. A ese registrador ,la teosofia le llama Cuerpo Causal, que sería algo aproximado al subconciente de la psicología. Mientras que el inconsciente de la psicología, sería para la teosofia el que registra los hechos que nos han impactado en esta vida.,
En el Cuerpo Causal, se registran todas las experiencia vividas a lo largo de sucesivas vidas y son evocadas en circunstancias especiales.. Por eso , a veces nos son familiares lugares, personas, hechos, conceptos, simbolos que no recordamos haberlos visto o vividos en esta existencia.
La La teosofía como filosofía de vida, nos da explicaciones sobre el origen de las vocaciones, del virtuosismo, de la genialidad, de las inclinaciones hacia determinadas cosas, de los gustos y disgustos, de las fobias y de tanto otros fenómenos transpersonales que vivimos como seres humanos.
Seguramente Platón , al formular la teoría del eterno retorno y de la reminiscencia del alma, nos quería explicar la continuidad conciencial más allá de la muerte física.
Tal vez la ciencia se esté acercando a la comprobación de esa teoría por medio de los ensayos sobre la antimateria o las investigaciones sobre la luz.
La luz, recordarán tiene una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.
El Alma y los Seres de Luz ¿ no vivirán en esa dimensión?. Cuando «morimos» y dejamos la parte densa y concreta de la materia¿ no viviremos en esa dimensión junto a los Ángeles?. En esa dimensión ¿ no seremos plenamente conscientes de la eternidad ?, que le perdemos al introducirnos nuevamente en un cuerpo formal y la reminiscencia ¿ no sería la memoria de la eternidad?.
Muchos interrogantes, ¡no!. La teosofía tiene respuestas para todos ellos.
