Hoy, que los científicos en física han descubierto las Ondas Gravitacionales y su circulación en el universo, y también que han podido escuchar sus sonidos, confirmando la enseñanza que hace más de 2500 años Pitágoras impartía a sus probacionistas sobre la música de las esferas, me trae a la memoria la figura, la lucha y el valor de Giordano Bruno, frente a un poder depóticos, sectario y terrible que por ser un libre pensador fuera condenado a morir vivi en la hoguera un 17 de febrero de 1600, luego de un juicio de ocho años que fuera encerrado en una seldilla donde este pensador hacía sus primordiales necesidades fisiológicas.

Muchas veces, como en este instante, he llorado, al recordar a  este sacerdote de la Orden de los Dominicos, que se  atrevió a enunciar  en su  libro «Sobre el Infinito Universo y los Mundos» y su otro libro «Expulsión de la bestia triunfante», en clara alusión a la ignorancia reinante hace  mas de medio siglo en la europa supuestamente culta .

Curiosamente el proceso contra Bruno fue llevado a cabo por Roberto Belarmino, quien también posteriormente juzgo a Galilieo. Con la diferencia que Bruno nunca adjuró, mientras que Galileo si, pero dijo aquella famosa frase » sin embargo el mundo se mueve». Bruno decidió reafirmarse en su idea y el  papa Clemente VIII ordenó que fuera  llevado ante las autoridades seculares. Fue acusado de hereje, impenitente, pertinaz y obstinado.Y en al momento del veredicto  dirigió a los jueces la famosa frase»Tembláis más vosotros al anunciar la sentencia que yo al recibirla.»Antes del acto de ejecución un monje católico le ofreció un crucifijo para que lo besara, pero Bruno lo rechazó y dijo «que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso»

Es apasionante la lectura de sus dos libros, porque varios de sus pensamientos fueron confirmados por la astronomía, la física y aun la química, y también la psicología moderna. Les recomiendo la lectura de estos dos libros.

También quiero recordar que hace algunos años el papa Juan Pablo II , invitó a la Iglesia a realizar un examen de conciencia sobre los errores cometidos en sus 2000 años de historia, entre ellos la Inquisición, las Guerras Religiosas, las violaciones de los derechos humanos y el caso de Giordano Bruno y de Galileo . En el documento Reflexiones sobre  el Gran Jubileo del año 2000, Juan Pablo II pidió tratar el caso de Galileo, el científico rehabilitado por el Papa Juan Pablo II, quien además se interroga sobre la justa relación entre la ciencia y la fe para evitar errores cometidos en el pasado.

Creo que igual mérito al de Galileo, lo tiene Giordano Bruno, quien fuera condenado a muerte  por la Inquisición por sostener que existían otros planetas fuera de los que forman nuestro sistema solar.Bruno afirmaba , allá por el 1500 «es evidentemente necio creer como el vulgo que no existen otras criaturas, otro sentidos y otras inteligencias que las que conocemos».  Agregaba «creer que no hay más planetas que los que conocemos no es más razonable que suponer que no vuelan más pájaros que los que veo pasar frente a mi pequeño ventana».

Bruno para fundamentar su teoría decía que » que el fin de la filosofía es conocer la naturaleza y comprender la unidad de la vida infinita y universal: buscar a Dios no fuera del mundo, sino dentro de él»

Además Bruno  rebate el testimonio de los sentidos ( lo que lo haría hoy un revolucionario). Se apoya, por cierto , en las percepciones de los sentidos, pero se aleja de ellas por una critica racional por la cual se descubre el engaño de los sentidos.

De ahí resulta para Bruno la insuficiencia de la mera percepción sensible para juzgar hechos que la trascienden, como por ejemplo el infinito, que no es objeto de los sentidos. Por ello Bruno trata de ir en sus reflexiones, más allá de las ilusiones de los sentidos, por medio de investigaciones conceptuales. Se pregunta ¿ qué es  el vacío más allá del éter que limita en mundo?. Pues, dice, donde quiera que sed coloquen límites, detrás de ellos, siempre habrá todavía  espacio. El espacio vacío en su infinita extensión es la emanación de la infinita fuerza del mundo: la actividad de Dios infinita, incesante, sólo puede tomar forma en un mundo infinito en el espacio y en el tiempo. El  universo -señala- consiste en el espacio infinito, en el espacio que puede contener algo, y en el sin número de mundos que se mueven en él. Agrega Bruno, que los cuerpos celestes se sostienen mutuamente en equilibrio por esta fuerza de atracción y todos  constituyen un sistema de apoyo reciproco, en que en cada miembro es necesario para la conexión de los demás.

Sería largo continuar con las apasionantes reflexiones de Bruno, que fuera quemado vivo por la Inquisición un 17 de febrero de 1600, de ello – o mejor mañana- se cumple 416 años. El mismo destino tuvieron sus escritos y notas, muchas de las cuales no conocemos

En homenaje a este científico víctima del dogmatismo, pido a mis lectores que mañana 17 de febrero de 2016, tengan una oración por el eterno descanso de un Alma que nació en una época de oscurantismo y por tratar de iluminar a sus hermanos, le ocurrió lo mismo que a Jesus El Cristo y tanto mártires , que fueron muertos por el sectarismo y la ignorancia.