MUERA YO, VIVA MI FAMA

MUERA YO, VIVA MI FAMA

En mis lecturas cotidianas, en busca de inspiración, me encontré con un  viejo libro que no tiene más que 85 páginas y que se titula» Ensayos» y su autor, mi admirado Miguel de Unamuno, autor de un libro memorable llamado, el Sentido Trágico de la Vida,amen de sus novelas costumbristas como La Tia Tula.Y también otra novela llamada Amor y Pedagogía,

No me propongo en esta oportunidad comentarles el Libro «Ensayos», que versan sobre diferentes acontecimientos sociales de España, como tampoco lo profundo que Unamuno escribe sobre  don Miguel de Cervantes Saavedra, al comentar el Quijote.

Pero sí quiero referirme a un término que figura en su novela Amor y Pedagogía que se ajusta perfectamente a la conducta de varios dirigentes, políticos y de los otros con su animo elevado hacia la eternidad. El término que usa Unamuno  para describir pasajes del Quijote, es erotratismo,  que se define, en palabras de Unamuno, como el ansía loca de inmortalidad que hace anhelar , dejar eterno nombre y fama, que lleva a repetir aquella máxima  muera yo, viva mi fama.

El término erotratismo, me hizo recordar un personaje, ya casi borrado de mi memoria, de  la antigua historia griega en la cual figura un personaje llamado Eróstrato.

Y ¿ quién fue Eróstrato?, un pastor de Éfeso, una localidad de Asia Menor,que ahora es el país de Turquia, quien, seguramente con un gran complejo de inferioridad quiso dejar testimonio de su presencia en el mundo para los hombres del futuro( no les suena parecido a lo que dicen ciertos altos dirigentes que aspiran  que la historia los recuerde, no solo su fama sino su inmoratalidad!!!). Y no encontró mejor forma que incendiar el templo de Artemisa o Diana(la de múltiples pechos) de Éfeso, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo. Mis lectores pueden buscar en Internet imágenes del templo de Artemisa, para que se lamenten, como yo en su momento, de tamaño crimen cultural con tal de satisfacer su ego. Eróstrato estimulado por su complejo de fama  quemó ese monumento el 21 de julio del año 356 a.C, que según Plutarco,en sus Vidas Paralelas coincide con el nacimiento de Alejandro Magno.

¿Qué le movió a Eróstrato a tamaña acción?: su ansía de inmortalidad, lograr fama a cualquier precio.Esperemos que alguien que transita por las pampas argentinas no decida » incendiar el país», aunque más no sea para que lo/la recuerden.

Pero miren que notable, la acción de Eróstrato dio lugar a introducir en la psicología el denominado complejo de Eróstrato, que es trastorno que tiene un individuo de buscar sobresalir, distinguirse, ser el centro de la atención.

Esto que escribo hoy 26 de julio de 2015 es el resultado de mi asombro de los requisitos que  el gobierno de Chubut debe cumplir para recibir a la primera mandataria que , cambiando una fecha histórica de los galeses que llegaron a Puerto Madry, sea recibida como un Nerón(?). Esperemos que  no quemen la ciudad, ni Dios lo permita.

El diccionario de la Real Academia Española define el término como «manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre, y fama.

Y ahora llega  el turno a mi mas alterado asombro. También usaron esta palabra, con casi identicas connotaciones: Baltasar Gracias,un moralista español en su libro Criticos. Además lo usaron Victor Hugo ( no Morales porque ese joven parece  que quiere imitar a Eróstrato); Marcel Schwob, sobre el escribiré próximamente, también Antón Chejov. Jean Paul Sartre en el libro Muro; Julio Verne en su cuento un  Drama en los Aires,alguien que quiere pinchar un globo para tener  fama, López de Vega en sus Rimas.

En fin, testiga es la historia de los muchos Eróstrato que han llevado a los pueblos al sufrimiento, el dolor,el hambre o el terror. Dios nos salve de ellos.

Creo que en la Constitución de cada país tendría que figurar la obligación de un analisis psicológico objetivo y científico de quienes van a gobernar, sino los pueblos, como diría los jóvenes , estamos en la lona, o nos bajaron a la «B» de…….(¿)

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