FILOSOFIA DE LA CONDUCTA: LAS DIFERENTES EMOCIONES

FILOSOFIA DE LA CONDUCTA: LAS DIFERENTES EMOCIONES

Dentro de los contenidos de la materia Filosofía de la Conducta, que integra la materia de mi espacio en la red que he denominado ESCUELA  TEOSOFICA DIGITAL, y que forma  parte del blogg teosofiaenaccion.com.ar , hoy quiero  referirme a la definición teosofica de emoción, los diferentes sentimientos de las personas, reconocimiento de motivos y reacciones afectivas y convivencia de emociones encontradas.

El hombre es una síntesis energética que se expresa en lo físico-emocional y mental . Tres aspectos en constante lucha dentro del hombre pues éste tiene necesidades físicas, emocionales y mentales y fundamentalmente espirituales que es la síntesis de este triple aspecto de la personalidad humana. Cuando el hombre no logra la armonía de estas tres naturalezas, surge el conflicto  que se agrava cuando no encuentra una explicación a sus ansiedades, dudas, temores y falta de sentido de vida.

Dejando de lado las necesidades físicas, que obviamente son las mas directas que experimentamos, quiero tratar superficialmente nuestra necesidades emocionales. Es decir, cuáles son los diferentes sentimientos que tienen las personas.

El filósofo hindú Bhagavad Das, tanto en su libro Las ciencias de las emociones, como otros titulados La ciencia de la Paz y Sanatana Dharma, define a la emoción como el sentimiento que nos acerca o aleja de algo.

Para este autor, que no sólo fue filósofo y científico, sino que fue un teosofo en acción fraterna hacia los hermanos del mundo, el hombre tiene dos grandes sentimiento: el amor, que es atracción y el odio , que es repulsión. De estos sentimientos nacen una serie de emociones que deben ser  perfectamente identificadas por aquellos que se dedican al autoconocimiento. Tanto el amor, como el odio pueden descender hasta lo más primitivo de las pasiones, como elevarse hasta la naturaleza espiritual fundiéndose en un solo sentimiento que es el Amor Universal donde no hay cabida para el odio. Ese Amor Universal es muy difícil de conseguir porque el hombre está limitado por una mente finita ( que en lenguaje teosófico se llama Kama ( deseo) Manas( mente propiamente dicha) mente de deseo o sea la mente que registra exclusivamente nuestros deseos;  en consecuencia  es una mente finita que para entender divide, fragmenta y simboliza la realidad que la trasciende. Nuestra mente, por ahora, es incapaz de comprender el amor universal y por ello lo focaliza en algo o en alguien.

Explicar todo esto nos lleva un tiempo, sólo que hoy quiero anticiparles lo que desarrollare en la ESCUELA TEOSOFICA DIGITAL.

Y a modo de despedida, y esperando que se sumen a esta Escuela Humanista, les dejo una sería de razones por las cuales nos enojamos, muy de moda en nuestro mundo actual.

Hay enojos como causa de hechos que  molestan y alteran.

Hay enojos sin causa, que tienen una raíz ancestral.  Se enojan y no saben por qué. En este caso el enojo se convierte en un mecanismo de defensa, en una forma de conducta y comunicación.

Cuando algo no satisface nuestras  necesidades, creencia y deseos, nos enojamos, porque tenemos baja tolerancia a la frustración. En este estado se originan las broncas y las agresiones.

El enojo es el resultado de la ansiedad, la angustia y la impotencia.

En fin, hay una muchas razones para entender el enojo, el cual no sólo es el resultado de nuestra presente existencia, sino que en la selva neuronal, se esconden, como pequeños disparadores de conflictos no superados en otras vidas y que nos conflictúan en la presente.

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