NO VIVO EN UNA ISLA

NO VIVO EN UNA ISLA

Cuando observo los  ojos  inocente de los niños, me produce una conmoción interior ,que si no tuviera como escape el llanto, seguramente explotaría emocionalmente. Lloro, muy frecuentemente frente a muchas cosas que ocurren en mi entorno y dentro de las circunstancias que me toca vivir en los tramos finales de mi existencia física, y no es que tenga la seguridad del partir hacia el infinito, sino que a medida que cada humano va decantando la energía en el plano de las formas, se produce un fenómeno sobre el cual quiero compartir con todos ustedes.

Tengo la experiencia ,que a medida que  vamos creciendo en el plano físico, que demanda el máximo de la energía para responder a sus necesidades , cuando éste se va haciendo viejo, surge en el interior de cada humano la necesidad de destinar esa energía , que antes alimentaba nuestras pasiones, deseos, y ambiciones , a satisfacer inquietudes, interrogantes y emociones sublimes, como conmoverse ante la inocencia de un niño.

En ese estado me encuentro hoy, por eso lloro mucho, porque estoy idealizando al humano y tratando de encontrar en él la chispa divina que le de el relieve de un ser eterno. Y sólo la encuentro en la inocencia,  que hoy, para mí, es lo brillante en la naturaleza humana.

Creo, y esa es mi principal investigación actual, encontrar en la naturaleza de los humanos ese espíritu subyacente, que como hilo dorado nos une con la eternidad universal. Pero claro, veo cosas terribles en las conductas humanas que , en mi estado actual, no podría explicar. Y temo caer en dualismo existencial y decir: hay seres buenos y hay seres malos.Y cuando estoy trabajando espiritualmente en encontrar la inocencia  redentora,esa separación, me parece una herejia.

Hoy , leyendo las noticias, de lo que ocurre en el mundo- aclaro que soy un dependiente informativo por mi profesión y tradición familiar- no puedo soportar conductas tan desalmada de alguien que ha sido incluido en el reino de lo humano. Y sin cometer el error de calificar ciertas conductas  como propias de un subhumano. Y esas noticias nos hablan de violaciones de adolescentes, de fechorias de políticos inescrupulosos que tienen la cara petrea para decir que nos provocaron y por eso reaccionaron frente a demandas de personas desesperadas, que perdieron todo por una creciente acuatica en las altas montañas del norte, donde sus gobernantes destruyen los montes para entregar a  la venta terrenos al mejor postor, que previamente debe pasar por la ventanilla de la » cometa». No puedo soportar que  quienes deben investigar por la muerte de un ser,como el caso Nisman,   se ocupen  de investigar a la víctima .

En fin, sería largo el «rosario», que no es mi objetivo enumerar, sino decirles de mi estado emocional frente a seres que parecen personajes de los Infiernos de Dante, y eso me duele porque tengo una visión idìlica del humano… y por mas de sesenta años enseñó que el hombres es un ser divino y no me cansaba de repetir la maxima platónica: » Dioses soy y lo habeis olvidado». Y aqui esta mi conflicto: no olvidarme y asumir, que no vivo en una isla, sino en un verdadero basurero moral. Lo que mas me hace llorar , es la impotencia de no poder dejarles a los infantes un mundo mas humano y por ello hoy escribo con cierta frustracción , pero con la esperanza de que aquel que entienda mi angustia, diga…Hay que cambiar la conducta de los hombres a partir de la educación, hay que enseñar las normas de los clasicos que escribieron y enseñaron para el hombre eterno. Los slogan actuales sobre el arte del triunfo son hojarascas secas que el viento de la historia los diluye en el firmamento. Espero ver ese volar del cóndor llevando el mensaje al Dios Sol que ha nacido un nuevo guerrero de la luz.

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