El conflicto Lemur

El conflicto Lemur

La raza  Lemur, la tercera dentro del desarrollo antropológico septenario de las razas, fue llamada así precisamente  por HPB, haciéndose eco de antiguas tradiciones y de una teoría de fines del siglo XIX sobre un continente sumergido, al que llamaron Lemur. Las tradiciones emparentaban a los Lemures con los Cíclopes o Gigantes de la mitología griega, la que sostenía que eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente y de un temperamento muy fuerte. Más aun Hesíodo en su libro «genealogía de los dioses» dice que «eran fuertes y de bruscas emociones». Esto es muy importante tenerlo en cuenta para la posterior reflexión sobre los conflictos emocionales que aun nos aquejan en la actualidad.

La Doctrina Secreta, en su tomo III, dice que hace más de 18 millones de años quedaron definitivamente separados los sexos, hasta entonces las formas eran hermafroditas. O sea de un androgismo del que nos habla y explica Platón en el libro El Banquete, pasamos a un bisexualismo, representado en la Biblia en el mito de Adan dando nacimiento a Eva de una de sus costillas. Creo que ese mito biblico nos está describiendo el nacimiento de la tercera raza, el Lemur.

Del androgismo a la dualidad sexual: el conflicto Lemur

Imaginen nuestros lectores cuáles habrán sido sus conflictos psicológicos: haber pasado de un androgismo a un hermafroditismo y luego a un mundo sexualizado, es decir, separado.

En este «instante» en que nacen seres separados, se agrega un elemento más de conflicto: la puesta en acción de la mente en un cuerpo. Es decir el Lemur empieza a pensar, las dos razas anteriores, dice la Doctrina, eran «amanasas» o «buthas» (no pensaban).

El Lemur, entonces tenía dos grandes conflictos: uno, haber estado consigo mismo en todos los planos y no tener pensamiento, no tener que discriminar, seguir, responder a los impulsos cósmicos, no cuestionar nada , seguir el orden planetario. No me imagino a una ameba tratando de cambiar el orden cósmico. Bueno, el Lemur (que fuimos nosotros en remotos siglos) no pretendia cambiar el órden cosmico. Pero, al separarse los sexos, al ponerse en función la mente, al adquirir una conciencia de la realidad objetivo, teníamos que decidir; nace el libre albedrío, con todas sus consecuencias. Por ello diría Hesíodo que eran fuertes y bruscos de emociones, porque tenían que tomar sus propias decisiones, asumir la responsabilidad de sus acciones. Aqui nace la rebeldia de los que somos actualmente. El Lemur tenía que rebelarse a algo que no comprendía qué es, a qué se tenía que rebelar.

En el mito de Prométeo, éste es castigado por Zeus, por haber adelantado el proceso del pensamiento,. Tal vez nosotros nacimos prematuramente y hoy estamos realmente empezando a pensar, no todos, porque el pensar es uno de los misterios. El arte de pensar se enseñaba en Eléusis y en el Orfismo, en Grecia, como en Oriente se hacia en el Ariabharta, donde Hastinapura  la ciudad de Ganehasa, el Dios de la Sabiduría era la sede del pensamiento. Pensamiento reflexivo, y no meras disquisiciones mentales.

¿Cómo eran los Lemures?

La enseñanza dice que los Lemures eran de talla enorme y muy robustos, por ello los llamaron la raza de los gigantes. Desarrollaron el habla,  si bien al principio esta era un conjuntos de sonidos que imitaba a los de la naturaleza. Poseían una gran sensibilidad » parapsicológica», lo que les permitía relacionarse entre ellos telepaticamente y trabar relación con seres invisibles de la naturaleza y con los Maestros de la naciento , humanidad. El sentido que se les manifestó fue la vista física a medida que perdían la ultrafísica centralizada en esa especie de tercer ojo que se les figura en la frente. Dice la enseñanza que ese tercer ojo es actualmente la glándula pineal, que volverá a activarse en la sexta raza cuando nosotros, los ahora seres humanos, tengamos la capacidad natural de la clarividencia espiritual.

Agrega la enseñanza que crearon a través de millones de años muchos focos civilizatorios sobre los continentes de entonces, especialmente sobre uno que abarcaba el actual Océano Pacífico, parte de Asia, Africa, Polinesia, Antartida y Patagonia, por ello HPB visitó la Patagonia en busca de restos Lemures.

Lemuria se hundio debido a la actividad volcánica.

Share

2 Responses »

  1. Interesante, yo he escuchado que en Santander Colombia se ven los restos de uno, pero es mas bien ya un fosil, sin embargo se ve un poco a lo lejos porque es una montaña, pero si se ve en forma detallada.. si lo ven.. me regalan la foto.. jeje

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *