El hombre está compuesto de deseos; en proporción a sus deseos es su prudencia; en proporción a su prudencia, realizará actos; en proporción a sus actos, serán los resultados que coseche.
Con este pensamiento se define la ley de causa y efecto y su aplicación a la vida cotidiana de cada ser humano. Los maestros orientales son muy afectos a los ejemplos prácticos para comprender verdades metafísicas.
Así , para aclarar cómo actúa la ley de causa y efecto en la vida de cada uno de nosotros, nos invitan a imaginar que la vida es un camino y que a cada costado del mismo se encuentran sendas mallas elásticas. Read the rest of this entry