Hoy, charlando con una adolescente, me decía, a nosotros los jóvenes nos culpan de todo, nos dicen que somos indiferentes, que no nos interesa nada, que somos proclives a la droga , que sólo buscamos el placer por el placer mismo. Que somos rebeldes, y mal educados, indisciplinados y que no nos ajustamos a las normas… ¿ a qué norma?, a las que aplicaron los ahora los adultos a sus vidas qué sólo se limita a ganar, ganar, cualquier cosa.!!
Y me he puesto a meditar sobre estas frases y he llegado a la conclusión que los jóvenes, no vibran ante el espectáculo de la vida que los adultos hemos montado para que ellos,, los jóvenes, sigan siendo niños y nos continuen , como si fueran nuestros seudopodos y entonces les presentamos a los jóvenes todas las cosas encasilladas, normas y llenas de etiqueta a respertar. y aprender y decimos, «el hombre culto es el que conoce los nombres de los rotulos» de memoria de esa farnacopea cultural o los clasificamos como «rebeldes» o » raros», o drogadito o alcohlico,
Pero lo que ansía el jóven es participar activamente en la vida y no memorizar lo que otros le presentan previamente digerido, cuando no brindan el ejemplo de conducta. Diría el Bhagavad Gita, no hables de la acción que otros deben realizar, sino has la acción para que ellos te imiten.
Ustedes jóvenes, siguen los ejemplos, como mis nietas que imitan lo que hacen los mayores, ¿qué imitan ustedes de los mayores, y no precisamente del ambiente familiar, sino de lo social?. Cuando cada día reciben la noticia de la corruptela estatal, o de la impiedad de algunos seres, digo,,,, ¿ que ejemplo pueden ustedes imitar??.
Siempre los adultos critican a lo antiguo, como si no reconocieran su pasado,, pero se lo descarna a ese pasado para aparentar robustes que no tienen y se incita al joven a reírse de la historia a la que hacen víctima de la ignorancia y de la mediocridad. Krishnamurti decía, los teosofos debemos ocuparnos exclusivamente de los jóvenes, porque los adultos están contaminados de odio, indiferencia, cobardía, ignorancia, carga pesada de los años que no supieron vivir como jóvenes.
La juventud es reacia a participar de la vida en la sociedad porque los que dirigen la sociedad pretenden usarlos como a inconcientes arietes en una batalla que no es la suya , para demoler puertas que no tuvieron tiempo ni oportundad de analizar si no son amigas o enemigas de sus Almas.
Urge dejar al joven pensar por sí mismo; urge educarlo y no amaestrarlo; urge amarlo mucho, pues está sediento de amor,; urge dejarlo amar, pues está aun más sediento de darse entero, generosamente.
Que los benévolos dioses , que son nuestros ignorados amigos, velen sobre ideales juveniles y los purifiquen en el fuego de la acción.
Joven: vive, ama y lucha por un mundo mejor. Nos volveremos a ver en un nuevo mensaje que como joven de alma te puedo brinda, aunque ya esté medio desencarnado.