Dice Zoroastro, un avatara de Persia, cuyas enseñanzas las puedes encontrar en el libro Zenavesta: «en el éter (espacio) están las cosas sin figura y aparecen impresos los pensamientos y caracter de los hombres». Descubrir o introducirse en ese estado es poder anticiparse a los acontecimientos y orientar los procedimientos, los metodos, las creaciones. Este es el don de la profecía: la certeza por haber visto, previamente y en otra dimensión, lo que luego va a concretarse en las formas.
Los sueños, presentimientos, pronósticos, presagios y vaticinios son las impresiones del cuerpo astral en el cuerpo físico, que las recibe el individuo, según la intensidad del riego sanguínieo durante el sueño